Totalmente de acuerdo con la legalidad establecida y que ampara el derecho a la reunión y manifestación, sobre todo con la que está cayendo en lo social, en lo económico y en lo político.
Disponemos de plenas garantías para manifestarnos «dignamente» al amparo de unas leyes democráticas, quedando expresamente reconocido en las mismas que es un derecho, me reitero.
- Constitución Española. Art. 21
Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa.
- Ley Orgánica 9/1983, de 15 de Julio, reguladora del Derecho de Reunión.
CAPITULO IV. De las Reuniones en Lugares de Tránsito Público y Manifestaciones.
Artículo Octavo.
La celebración de reuniones en lugares de tránsito público y de manifestaciones deberán ser comunicadas por escrito a la autoridad gubernativa correspondiente por los organizadores o promotores de aquéllas, con una antelación de diez días naturales, como mínimo y treinta como máximo. Si se trataré de personas jurídicas la comunicación deberá hacerse por su representante.
- Artículo Décimo. Redacción según Ley Orgánica 9/1999, de 21 de abril.
Si la autoridad gubernativa considerase que existen razones fundadas de que puedan producirse alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes, podrá prohibir la reunión o manifestación o, en su caso, proponer la modificación de la fecha, lugar, duración o itinerario de la reunión o manifestación. La resolución deberá adoptarse en forma motivada
Otra cosa muy diferente es que, saltándose la legalidad y queriendo hacer ver a todos que tienen derecho a ello, nos aparece en escena la denominda izquierda radical, muy aplaudida por la izquierda «oficial y mediática». Los radicales están tomando buena nota de su éxito y dan ya por hecho que la violencia es el camino más corto, el único que tienen para alcanzar sus metas.
Lemas bélicos y barbaros que abanderan vociferando en sus actos vandálicos, yo diria rozando el terrorismo callejero, son entre otros : «La capucha es el rostro del pueblo que lucha», «Menos batucadas y más barricadas» o «La capucha, necesaria en la lucha», etc.
Pues bien; cuando hay gente que arriesga su vida por hacer prevalecer la legalidad y la sociedad le da la espalda a esta triste realidad ó no quiere verla, yo me revelo. Me revelo y me indigno de ver como la sociedad asume como normal estos hechos y me revelo por la escasa o nula transcendencia medíatica de los tristes acontecimientos de terrorismo callejero vividos en Madrid el pasado sabado 22 de marzo en la marcha por la dignidad (¡maldito sarcasmo!).
Las fotografias que pongo en esta entrada de blog tienen una única intención: Mi reconocimiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por velar por el ordenamiento legal y el estado de derecho
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