Después de llamar al Partido Popular «puta de los barrios bajos» MIGUEL LOPEZ, ateo practicante pero cristiano de conveniencia (siempre que haya foto), aparece esta mañana acompañando a la Pilarica en su traslado al templo parroquial. ¡Vivá, Vivá!
Hasta ahí bien. La Pilarica hace milagros, y he aquí (probablemente) uno de ellos.
Lo que no es de recibo es que cuestione el homenaje a la Senyera y a la bandera de España este mismo 9 de octubre.
D. José Antonio García Meseguer, anterior alcalde, fue su precursor instaurando en el concierto lírico de 9 de octubre la rendición de honores a las banderas. Entonces se tocaban el himno de Benejúzar y el himno de Valencia. Hace ya varios años que se incorporó el himno de España.
Lo que se ha hecho en el día de hoy (y en lo sucesivo) ha sido separar el acto lírico y el pregón del homenaje a las banderas, ampliando este último; dando más realce y protagonismo con la presencia de representantes de las fuerzas armadas y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.
Señor López, usted estaba allí a pesar del pantalón vaquero y cam

isa blanca con cachirulo incluído. Tan incomodo no estaría cuando algún aplauso se le escapaba. Lo demás es hipocresía y una ilustre metedura de pata. No me extraña sorprendernos a pie de confesionario algún dia después de pedir públicamente que D. Pedro rezase por usted, como así decía en su reciente artículo haciendo referencia a Quevedo, helo aquí de nuevo
«…. Parece ser que nuestro párroco, D. Pedro, rece con tanto entusiasmo por nosotros, pues ya se sabe el estigma con el que “los rojillos Cristianos” llevamos la cruz. Sean felices y estén contentos ciudadanos, es lo que hay, todos somos “hijos de Dios”.»

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